Claro, sin clases es imposible avanzar.
¿Verdad? o es acaso la justificación de los displicentes y convencionales adolescentes y jóvenes estudiantes de Universidad Nacional Pedro Ruíz Gallo.
A más de un mes del último proceso electoral estudiantil vivido en nuestra alma mater no se han elaborado agendas de trabajo, organizado comités, discusiones sobre las prioridades y necesidades de los estudiantes ni hay muestras de que esto fuera a ocurrir. Pareciera como si después de ir a las urnas se pusiera en apagado el interruptor que permite que las ideas estudiantiles fluyan.
Como si no hubiera más que decir y todo marchara a la perfección, una vez más se acaban los balconazos, los debates, las movilizaciones, los bajados a aulas, las jornadas deportivas, conferencias y otras actividades que suelen abundar durante la jornada electoral.
¿Seguimos con el círculo vicioso del movimiento estudiantil electorero o renovamos nuestros esfuerzos por romperlo?.
La reflexión sobre el movimiento estudiantil universitario ha sido objeto de abundante y variada bibliografia. Por ello este mensaje busca recibir opiniones e iniciativas aplicables a nuestra realidad. Es al final el objetivo de este blog.
Desde mi punto de vista existen algunos recursos y oportunidades que hoy por hoy se presentan para avanzar en nuestro cometido.
En primer lugar los representantes estudiantiles. todos los conocemos, mantienen diálogo fluido con nosotros por lo que están prestos a informarnos, escuchar y gestionar nuestras ideas e iniciativas. Sin dejar de lado la responsabilidad que tienen de tomar la batuta en la dificil labor de cambiar la cultura del universitario conformista.
En segundo lugar, existen algunos hechos importantes que deberíamos tomarlos como fuente de inspiración para renovar los esfuerzos en nuestra labor, por ejemplo la reforma Universitaria, u otros que se vinculen a nuestros objetivos, principios y principales reivindicaciones.
En tercer lugar, somos una agrupación de estudiantes que cuenta con la simpatía de algunos docentes y administrativos así como también contamos con la simpatía y buena voluntad de otras agrupaciones estudiantiles de distintas facultades e incluso universidades lo que nos facilita levantar puentes para nutrir nuestro colectivo, exteriorizar nuestro mensaje, ampliar nuestra perspectiva y avanzar a cumplir con nuestros objetivos.
No debemos reunciar a construir, debemos avanzar.
Todos los peruanos pagan nuestros estudios, esperan a cambio que les demos oportunidades para salir de su miseria, que los incorporemos a la sociedad civil y al mercado, que hagamos respetar sus derechos. Para romper el círculo vicioso TODOS CONTAMOS.
