martes, 23 de diciembre de 2008

CONTRA TODO PRONÓSTICO: HUELGA CONTINÚA EN LA UNPRG

PROFESORES DE LA UNPRG QUE INTEGRAN LA FEDURG SE REUNIERON EN LOS AMBIENTES DE LA CIUDAD UNIVERSITARIA PARA DECLARAR LA CONTINUIDAD DE LA HUELGA INDEFINIDA, QUE HOY POR HOY, DEJA DE SER UNA HUELGA NACIONAL Y SE CONVIERTE EN UNA HUELGA REGIONAL.
MIENTRAS TANTO ALTA DIRECCIÓN EMITIÓ UNA RESOLUCIÓN QUE DECLARA VACACIONES PARA EL PERSONAL ADMINISTRATIVO Y DOCENTE HASTA EL 3 DE ENERO, LO QUE NO QUIERE DECIR QUE ESE DÍA SE LEVANTE LA HUELGA SINO TODO LO CONTRARIO, AL PARECER DESPUÉS DEL 3 DE ENERO RECIÉN SE CONVOCARÁ A ASAMBLEA GENERAL DE DOCENTES PARA LEVANTAR LA HUELGA "REGIONAL".
EN RESUMEN: PASEN UNA BUENA NAVIDAD Y UN BUEN AÑO NUEVO. HAY HUELGA PARA RATO.
UN ABRAZO.

FELÍZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO


A nuestros amigos, integrantes, simpatizantes del grupo y todos los miembros de la comunidad universitaria hacemos extensivo el saludo cordial de nuestro colectivo dejándoles el mejor de los deseos en estas fiestas.
UN FUERTE ABRAZO!.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Juramentó Nueva Junta Directiva del Colegio de Sociólogos


A la ceremonia se dieron cita el decano del Colegio de Ingenieros de Lambayeque, Dirigentes de las distintas facciones del SUTEP, Consejeros del Gobierno Regional de Lambayeque, el decano del Colegio de Sociologos del Perú, Representantes de la Casa de la Amistad Peruano Cubana, Docentes Universitarios, entre ellos ex decanos de dicha institución, estudiantes y otros distinguidos personajes.


Entre los compromisos asumidos por la nueva junta directiva actual figuran dotar a la institución de un local institucional propio, así como promover la carrera profesional a través de la firma de convenios con instituciones del sector público y privado que aperturen espacios de ejercicio profesional e impulsen el programa de actualización profesional para los miembros de dicha institución.
Diversas instituciones nacionales y extranjeras extendieron el saludo a la nueva junta directiva y manifestaron su disposición a colaborar con los objetivos arriba mencionados.




sábado, 13 de diciembre de 2008

FELÍZ DÍA DEL SOCIÓLOGO

Estimados amigos, esta semana se celebró en distintas instituciones de nuestro país, el día del Sociologo, por lo cual hago extenso el saludo fraterno de nuestro colectivo a todos nuestros compañeros que ejercen dicha profesión, así como aquellos que nos estamos preparando para incorporarnos a esta prestigiosa familia.

He creído conveniente difundir el saludo del Dr. Gonzalo Portocarrero1 por ser un sociólogo reconocido en nuestra institución, hecho reflejado en el mensaje adjunto que resulta muy oportuno e ilustrativo para todos nosotros.

Un abrazo y felíz día.

Ernesto Zunini.

El día del Sociólogo

Dra. María Rostorowski, Dr. William Stein, Dr. César Germaná Cavero, Dra. Sofía Macher, Dr. Guillermo Nugent,

Sres. Miembros de las Juntas Directivas del Colegio de Sociólogos del Perú y del Colegio Regional de Lima,

Colegas y amigos todos:


Hoy 9 de diciembre celebramos el día del Sociólogo y lo hacemos con un programa que en sus diversos aspectos, de reflexión académica, de homenaje al mérito, y de festiva confraternización, quiere vivificar los valores sobre los que está construida nuestra asociación gremial. Se trata pues de un rito que dramatiza, o pone en acto, nuestras creencias en torno al valor del conocimiento, a la gratitud para quienes nos aportan, y a la importancia del reconocimiento, mutuo y generoso, entre nosotros, sus miembros. En definitiva, queremos sentirnos orgullosos de nuestra comunidad. Y, como sociólogos, sabemos muy bien que los ritos sostienen a las instituciones, que reuniones como ésta son las que generan esos climas afectivos que perduran en el tiempo y que hacen posible compartir ideas, sentimientos y emociones.
Esta reunión ha sido imaginada en numerosas sesiones de la Junta Directiva de nuestro colegio. Mejor no digo el número de sesiones. De un lado no recuerdo las veces, y del otro, se podría imaginar que no somos eficientes. Pero bien vistas las cosas es claro que esas reuniones han sido como el ensayo de lo que nos toca vivir hoy día. En las sesiones de la junta directiva predomina el intercambio libre de ideas, la rotación permanente de la palabra y el buen humor. Pero, y encima de todo, la conciencia de tener un propósito que requiere de decisiones y organización. No está demás decir que este acogimiento que en la junta directiva nos brindamos unos a otros tiene muchos que ver con nuestra disciplina. Como sociólogos aprendemos desde muy temprano que nuestra función es contribuir a crear esos climas de paz que potencian la vida de cada uno de nosotros.
En efecto, como todos sabemos, la Sociología nace como respuesta a ese gran desafío que es la integración social. Nuestro mandato es usar la razón para imaginar dinámicas que contengan los antagonismos sociales y frenen la violencia y la muerte. Pero, todos sabemos, igualmente, que esas dinámicas sociales solo pueden ser pacíficas si logran articular la justicia y el orden. Se puede polemizar hasta el fin de los tiempos en torno a la manera de combinar estos principios. Algunos dicen que el orden debe ser anterior a la justicia pues solo en el orden se genera la riqueza que hace posible la justicia y el desarrollo humano. Otros, en cambio, dicen que la justicia es primera pues cualquier orden injusto es inestable y moralmente inaceptable. Entonces la búsqueda de la justicia debe representar el principio dinámico de la recreación del orden social. Tenemos pues dos temples en la Sociología. Un temple conservador y satisfecho que busca el orden como el primero de los bienes. Y otro temple, impaciente y decidido, orientado primordialmente hacia la búsqueda de la justicia.
Pero en la Sociología tiene que haber espacio para todos pues el ejercicio de la razón que la fundamenta supone practicar esa tolerancia que compromete a acercarse al otro, a detenerse más en las semejanzas que en las diferencias. Entonces en la Sociología no tendría porque haber rechazo del diálogo ni, menos aún, excomuniones. Una de las grandes tareas de la Sociología tiene que ser enseñar a discrepar. Mantener la diferencia pero proseguir con el diálogo. Sin excluir, ni satanizar.
Esta tensión, en torno a cual valor es primero si el orden o la justicia, se da en el meollo de nuestra formación académica y de nuestra práctica profesional. Entonces no nos queda más que vivir creativamente esta tensión, lo que supone tratar de manejarla de manera que un aspecto contribuya al desarrollo del otro. Pero la disyunción existe. Es evidente que privilegiar el principio de la justicia se asocia con la vocación teórica y crítica. Es decir, con el estudio de los grandes autores, con el cuestionamiento del orden social y con el interés por las preguntas compartidas por todos. Mientras tanto la apuesta por el principio del orden da lugar a una insistencia en lo profesional, en el saber aplicado. En ser útiles a la política aportando diagnósticos y ejecutando programas.
En los últimos años esta tensión ha ido en desmedro del pensamiento crítico. La exigencia de justicia cede el paso a la demanda de utilidad. Creo que debemos tratar de que esta situación sea una etapa breve. En todo caso hay que reconocer que en la Sociología el pensamiento crítico ha sido tan hegemónico que todas las aplicaciones prácticas de nuestro saber han sido paulatinamente desterradas de la propia disciplina. Como ha señalado Danilo Martuccelli, fue en la Sociología que surgieron la elaboración de encuestas electorales, el análisis de las relaciones industriales, los estudios de mercado, las ciencias de la comunicación. Saberes que se han autonomizado y vuelto funcionales pero a costa de perder mucho de su referencia crítica.
En nuestro país debemos apostar por gobernar esta tensión de una manera en que logremos conjugar la teoría y la crítica con la práctica y la utilidad. Creo que estas ideas recogen lo que he podido observar en el reciente Congreso Nacional de Sociología celebrado en Chiclayo. El mandato o clamor de los jóvenes es hacer una Sociología que sea útil para la vida, que cuestione el orden mientras lo vaya mejorando.
Es indudable que tiene que haber un día de Sociólogo, una fecha que en el calendario de nuestras actividades nos permita fortalecer nuestra condición de sociólogos. Y que mejor fecha que el 9 de diciembre, pues en 1896, hace justamente 110 años, en este día y en este mes se estableció la primera cátedra de Sociología en la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Institución que nos sigue acogiendo. De allí que las autoridades del colegio que nos precedido hayan elegido esta fecha para la presente celebración.
La creación de la primera cátedra de Sociología tiene un aspecto anecdótico que bien visto es también sintomático del país y la propia Sociología. En realidad, la propuesta surge en la universidad pero bajo el entendimiento de que el Estado cubriera el gasto respectivo. Es decir ambas instituciones, la universidad y el estado, coinciden en la necesidad de un anclaje institucional que permita fomentar la producción y divulgación de la nueva disciplina. Este es un consenso significativo pues se sitúa, recordemos que hablamos de 1896, en un período de pacificación y reconstrucción económica, después de un largo período marcado por la guerra del pacífico y las luchas civiles. Es como si la necesidad de la Sociología se acrecentara en períodos de cambios acelerados.
No obstante resulta que la nueva cátedra se crea sin que hubiera una partida destinada a financiarla. El gobierno no puede ampliar el presupuesto porque la ley así lo prohíbe. Sin embargo, el presidente de la república, según está registrado en el libro de actas respectivo, “había suplicado que la universidad pagara el sueldo del catedrático de Sociología con cargo de devolución y de consignarse en el próximo presupuesto la partida correspondiente”. Frente a este pedido del presidente, el Consejo Universitario encuentra “natural acceder… porque no importa un gravamen excesivo a las rentas de la universidad”. Y también por “gratitud pues gracias al actual gobierno” se había pagado a los catedráticos 14 meses de sueldo que se les tenía atrasados. Es pues claro que la Sociología en el Perú nace de una alianza entre el Estado y la Universidad. El Presidente es Nicolás de Piérola, el rector es Francisco García Calderón y el primer catedrático Mariano Hilario Cornejo. El jefe del Partido Demócrata y el ex presidente de la República de la Magdalena acuerdan nombrar a un hombre que como Cornejo pertenece a ese estirpe meritocrática de servidores públicos que hicieron posible la continuidad de la república en los días más aciagos de la derrota militar y la proliferación caudillista. .
Hoy en día la Sociología se encuentra en un período de consolidación en el cual el reto sigue siendo el mismo, es decir manejar la tensión que fundamenta nuestra disciplina: cultivar un saber crítico y libre pero también contribuir a la mejora de nuestro mundo.
Este es precisamente el rumbo en el que estamos comprometidos los miembros de las Juntas Directivas del Colegio de Sociólogos. Y estamos desarrollando un plan de actividades. Pero para no ser demasiado prolijo me referiré solo a algunas iniciativas como el Curso sobre políticas sociales que acaba de concluir con gran afluencia de público. O, también, al concurso para científicos sociales jóvenes que hemos convocado sobre el tema de vivir en la pobreza. En este caso nos interesa alentar a los jóvenes a reconstruir la manera en que las personas, familias y comunidades lidian con la limitación que significa la estrechez de recursos. Apelamos a elaborar crónicas y etnografías que permitan a los lectores acercarse a la humanidad de las personas dejadas de lado por esta sociedad donde la exclusión y la desigualdad se incrementan constantemente.
En el futuro inmediato nos proponemos impulsar debates sobre temas que como la cultura juvenil o las nuevas formas de representación política son de amplio interés pero muy poca investigación. Nuestra tarea es trascender el sensacionalismo para llegar a una comprensión que haga posible cambios reales en nuestra sociedad. Está casi demás decir que en este esfuerzo esperamos contar con el apoyo de todos Uds.

Muchas gracias

Gonzalo Portocarrero
1. Nací en Lima en 1949. Estudié primaria y secundaria en el Colegio Recoleta. Letras en la Universidad Católica. Sociología en San Marcos. Hice una maestría en la Flacso de Chile. Y un doctorado en Essex, Inglaterra. Soy profesor del Departamento de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica del Perú. He tenido suerte en la vida.